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Carrito

No sabemos si llegaste buscando wifi o simplemente un sitio donde parar.

Pero si estás aquí, bienvenido.

Hotel del Sol es ese lugar entre el asfalto y la brisa marina donde uno se queda más de la cuenta. Una colección cápsula que huele a un verano mediterráneo, a suelo caliente, a toalla que no se seca y a salitre en la piel.

Inspirada en un motel en la costa de Alicante, esta colección para hombre en colaboración con el artista Antonyo Marest mezcla lo mejor de dos mundos: ese rollo de motel de carretera americano con la calma y los colores del Mediterráneo. El resultado: prendas hechas para escaparse, para perderse, para no mirar el reloj.

No hay "check-in". No hay reservas.

Gráfico decorativo

Pero cuando llegas, te das cuenta de que este sitio te estaba esperando.

Cada pieza está pensada para acompañarte en esos días largos de verano: camisetas que aguantan el calor (y las lavadoras), albornoz, zapatillas, toalla y un llavero que podría abrir más de una puerta. Hecho en Portugal, con tejidos sostenibles, como siempre.

En Hotel del Sol, el bedel es también el huésped.

Una figura que aparece aquí y allá, siempre con pinta de saber más de lo que dice. Es el guía silencioso de esta escapada, y, como la colección, mezcla función y fantasía.

¿Por qué esto va contigo?
Porque creemos en las historias, en los viajes que no están en Google Maps, en la ropa que dice algo sin necesidad de gritar. Porque esta colección no va solo de prendas, va de lugares que podrían existir. Una sensación. Una pequeña escapatoria hacia otra versión de ti mismo.
Esto es para los que se suben al coche sin rumbo.
Para los que prefieren la costa en septiembre.
Para los que coleccionan mapas mentales de sitios donde fueron felices.
Para los que entienden que menos es más, pero mejor cuando se hace con estilo.

Descripción de la imagen

Hotel del Sol ya está disponible online y en nuestras tiendas.

Pero ya te avisamos: no va a durar para siempre. Como el verano bueno, el que pasa sin hacer ruido.

Haz la maleta o no.
Aquí no hay normas.
Solo historias que se cruzan, puertas que se abren, y prendas que te acompañan.